CRITERIOS DE UN HUERTO URBANO SOCIAL Y SOLIDARIO
- Social: Crear un espacio común, en el que airear la tierra, escardar, plantar, regar o recolectar sean motivos para conseguir una mayor cohesión social entre los hortelanos y entre éstos y la ciudad en el que viven. Se pretende que el huerto sea un espacio para la unión, el dialogo, el debate y porque no, también la discusión, de temas relacionados con la agroecología y el medioambiente. En definitiva, se pretende que los huertos sean el pretexto para el encuentro entre vecinos. El huerto quiere ser, ante todo, un espacio de encuentro vecinal, donde se den, en todo lo posible, todos los matices de los grupos sociales de la ciudad de Castellón.
- Ecológico: Para ello se plantea un modelo de huerto donde no tienen cabida los abonos, pesticidas, herbicidas o cualquier otro producto que haga que de la huerta se obtengan productos de baja calidad orgánica desde el prisma ecológico. La tierra es un ser vivo, esencial como el sol y el agua.
- Integración social: El huerto debe ser un elemento más del entramado urbano, rodearse de gentes, estar a la vista de todos, incitar a la participación, a la curiosidad. No debe ser un espacio cerrado, su actividad, tanto de gestión como de usuarios, debe ser transparente y abierta para todo aquel que quiera acercarse a la tierra. En torno al huerto tienen que girar actividades públicas, participativas y culturales (entre tomates y lechugas) ofrecidas a la comunidad. .
- Organizado, compartido, comunitario: La llegada a buen puerto de este proyecto depende de la cooperación entre los usuarios, gestores y diversas concejalías del Ayuntamiento. Los huertos contribuyen a la organización social, a la creación de lazos y amistades nuevas, incrementa las relaciones, genera una comunidad rica en pluralidad, totalmente intergeneracionales y abiertas, buscando la diversidad de procedencias y culturas. Un espacio en lo que todo el mundo puede participar e implicarse en la medida de sus posibilidades, en los que no sobra nunca nadie.
- Comprometido: El compromiso también es un valor que quiere fomentar el huerto. Quien se encarga de gestionar, cuidar y cultivar debe ser consciente de lo que supone tomar parte en este proyecto. Cada persona que decida trabajar la tierra será parte de un proyecto común, va a ser depositario de la gestión de un proyecto compartido, de un terreno que le ha sido cedido, y de unas prácticas respetuosas con el entorno. Su compromiso en el adecuado mantenimiento del espacio, y en devolver a la sociedad parte de lo que ésta le ha cedido con el uso del huerto debe ser firme y explícito.
- Productivo: Como todo hortelano, también queremos que el huerto dé sus frutos, ya que es la vara con la que mediremos el trabajo realizado con anterioridad, tanto desde el punto de vista puramente hortícola como desde el punto de vista humano y social
- Participativo: El huerto es una escuela de ciudad, en la que se aprende la teoría de la agricultura ecológica, además de muchas experiencias que van desde la normativa urbana, hasta el diálogo y mediación, o la gestión del agua y la energía, con una evolución basado en la prueba y el aprendizaje, sin modelos cerrados y abiertos a mejorar.
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Entrega de hortalizas semana 12 a 18 de julio